Celestial! Así definiría el partido que la selección española de balonmano ha hecho esta tarde en el Palau Sant Jordi de Barcelona delante de toda su afición. Des del primer minuto hasta el último no ha dado ninguna oportunidad a la actual campeona de Europa, Dinamarca, la selección que truncó el camino de los hispanos en el europeo y en los juegos olímpicos.
Han sido sesenta minutos de emoción, no solo para los amantes del balonmano, sino para todos aquellos aficionados que les gusta el deporte y que hoy han ocupado una silla en el Sant Jordi o lo han visto por la televisión. Sesenta minutos donde no han dejado respirar a los daneses, flojos en defensa y desaparecidos en ataque, y han brindado a su afición un triunfo histórico.
Des del primer minuto, con un 3-0 en el marcador, los jugadores de Valero Rivera han sabido aguantar siempre la renda de goles que los separaban de su rival. Wilbek, entrenador de la selección de Dinamarca, ya intuía a los cinco minutos de partido que su planteamiento no funcionaba, cuando ha pedido un tiempo muerto; el tandem defensa-contragolpe de la selección roja salía a la perfección.
Los espectadores, a la media parte, podían intuir que los daneses intentarían contrarestar la desventaja al inicio de la segunda parte, pero iban equivocados, la selección local ha perdonado incluso cuando llevaba una ventaja de mas de diez goles y des del portero Sterbik hasta los jugadores que menos minutos han disputado en este mundial se han entregado al cien por cien para dejar la copa en nuestras tierras.
Segundo mundial para esta selección que hoy ha ganado uno de los mejores partidos de balonmano nunca vistos.
Felicidades campeones!
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